La presión de ser la mamá perfecta… es asfixiante. Nadie es perfecta, los niños tienen mamás hechas a medida. Los niños no nacen sabiendo cómo es la mamá perfecta, los niños nacen sabiendo que lo que su mamá hace es lo mejor para ellos. Y es suficiente. 

Cada uno necesita su espacio, los niños necesitan mamás que conecten, que den tiempo de calidad a los niños.

Ahora tenemos muchas más herramientas para bajar la culpa. 

Que les doy a mis hijos si no hago las cosas que me hacen feliz. 

¿Quién eres tú? Siendo mamá, sin dejar de ser tú.

Todas las personas tenemos heridas de la infancia. Tenemos que formar niños que sepan cómo afrontar estos sentimientos. 

¿Qué les estamos enseñando? 

Tú eres la fuente principal de información de tus hijos tanto en ejemplo como en información. Con lo que dices, con lo que no dices y con lo qué haces. 

Solamente tus hijos son los que te dan tus impulsos de vida. Los únicos que van a poder decir algo sobre tu maternidad son tus hijos. 

Encuentra el equilibrio para ser feliz.